miércoles, 18 de enero de 2017

LAS PRIMERAS COMUNIDADES
Al principio, las primeras comunidades, no lograron alcanzar plenamente una vida ideal.
Su vida debía seguir siempre el ideal de la Iglesia.
En los Hechos de los Apóstoles, la vida de la primera comunidad se agrupa en tres apartados:
a) En el interior de la comunidad: la comunidad.
b) En su relación con Dios: la oración, los ritos y las celebraciones.
c) En su actividad hacia fuera: la misión.
a) En el interior de una comunidad: la comunión.
«Comunión» significa «común-unión», unión de todos. Esta comunión se consigue con la fe en Jesús, cuando todos se sienten hermanos. Vivían unidos como auténticos hermanos, compartiendo sus bienes con los que lo necesitaban, reunidos en torno a los apóstoles que eran el motor de la comunidad. De los apóstoles recibían las enseñanzas y las noticias sobre la vida de Jesús. Se alimentaban con su predicación y así iban creciendo en la fe y en la unión. La gente al verlos decía: «Mirad como se aman».
b) En su relación con Dios: la oración, los ritos y las celebraciones.
La oración era una actividad cotidiana y frecuente entre los primeros cristianos.
Las realizaban en el templo, en Jerusalén o en sus casas (las Iglesias todavía no existían). También oraban en ocasiones especiales, cuando tenían que tomar una decisión importante o algún hermano estaba en peligro, pero estas oraciones frecuentemente iban acompañadas con algún rito.
Entre los ritos y celebraciones, los primeros cristianos practicaron sobre todo la «fracción del pan», que es el nombre que se le da a la eucaristía y que se celebraba en las casa siguiendo el mandato de Jesús. También aparece el bautismo como rito de entrada en la comunidad y la imposición de las manos para la transmisión del Espíritu Santo o para algún encargo especial de la comunidad.
c) En su actividad hacia fuera: la misión.
Los cristianos de las primeras comunidades eran conscientes de que el evangelio era una buena noticia y había que predicarla. Y por eso no solo los apóstoles, (aunque especialmente ellos) se dedicaban a predicar y anunciar el evangelio, se dedicaban todos los que creían en Jesús. Al principio se dirigían a los judíos, pero después, iniciaron una misión hacia los demás pueblos cercanos.
LA NECESIDAD DE ORGANIZARSE
Al principio todas las responsabilidades y servicios dentro de la comunidad correspondían directamente a los apóstoles. Cuando las comunidades crecen y se multiplican, los apóstoles no pueden encargarse de todo y nombran a personas para que asuman de determinados servicios. Para nombrar a estos “encargados” se realizaba el rito de la imposición de las manos.
A estos servicios se le llamo «ministerios» palabra latina que significa: servicios.
Los dos principales servicios eran:
  • El ministerio de la Palabra, de la predicación de evangelio y de la vigilancia de que el evangelio predicado era el de Jesús.
  • El ministerio de presidir la comunidad y de servirla en sus necesidades espirituales y materiales.
En el ministerio de la Palabra el papel de los apóstoles es fundamental, ellos son los que predican el evangelio y los que nombran a otros para que lo hagan en su nombre.
Y también son los apóstoles quien tiene que pertenecer a las nuevas comunidades que van surgiendo.
Además de estos dos ministerios, también existen otros que van surgiendo según lo van pidiendo las circunstancias, (encargados de las colectas, enviados especiales, profetas, doctores, etc.)
En la Iglesia primitiva hubo numerosos ministerios que eran diferentes en cada comunidad. Al final del siglo I se van definiendo 3 ministerios más estructurados en las comunidades: el obispo, los presbíteros y los diáconos.
Todos estos servicios tienen un ideal en la conducta de Jesús con los discípulos: toda la autoridad de la Iglesia es un servicio a la comunidad.
LOS PRIMEROS CONFLICTOS
Al principio todos los cristianos procedían del judaísmo, eran judíos practicantes, y durante algún tiempo siguieron con prácticas judías como la circuncisión y las oraciones en el templo.
Pero cuando la predicación llega a ciudades como Antioquia de Siria, donde los judíos son una pequeña minoría, los que se convierten a la religión no son judíos sino paganos.
El problema era el siguiente: ¿Había que obligar a los convertidos del paganismo a que practiquen ritos judíos como la circuncisión? Algunos apóstoles como Santiago estaban de acuerdo en que lo practicaran, pero otros como Pablo y Bernabé que habían predicado por tierras paganas, no eran partidarios porque defendían la independencia del cristianismo con respecto al cristianismo.
Para solucionar el conflicto hay que acudir a los apóstoles, que son los encargados de que la predicación sea la auténtica de Jesús. Pedro toma la palabra en representación de los apóstoles y de los responsables de las comunidades: lo que salva es la fe en Jesús, no el cumplimiento de ninguna ley, pero los paganos también han recibido al Espíritu Santo. Santiago apoya la resolución y los apóstoles deciden enviar una carta a Antioquia para tranquilizar a los hermanasen la carta hacen una referencia al Espíritu Santo.
Tras la asamblea de Jerusalén la Iglesia consigue tres cosas importantes:
  • Los cristianos no son una secta del judaísmo.
  • Lo que realmente importa no es cumplir las normas y leyes, sino la fe en Jesús, el único que salva.
  • La salvación es para todos los pueblos de la tierra.
Esta asamblea no añadió nuevas normas, sino eliminó algunas.
PRIMERAS PERSECUCIONES
Las primeras dificultades de los judíos fueron con el poder religioso judío.
El Sumo Sacerdote judío no podía permitir que se pusiera en crisis su enseñanza al anunciar que Jesús era el Mesías, que había resucitado y que el Espíritu prometido por los profetas había sido enviado.
Los apóstoles y algunos ministros como Esteban, sufrieron las acusaciones del poder religioso judío ayudado de algunos radicales.
No siempre los cristianos eran perseguidos, estas persecuciones sucedían cuando los poderes religiosos judíos veían crecer la doctrina cristiana.
Las dificultades no frenaban a los apóstoles. El impulso y la fuerza de Espíritu no se limitaron a Pentecostés, sino que seguían con la misma fuerza que les empujaba a dar testimonio de que Jesús era el Mesías.
Las dispersiones que provocaron algunas de las persecuciones fueron beneficiosas para la predicación del evangelio, los cristianos emigraban a otros países donde predicaban el evangelio.
La palabra «mártir» significa «testigo»; por eso se llama mártir al que muere por dar testimonio de Jesús. Esteban fue el primer mártir de la Iglesia.